domingo, 16 de marzo de 2008

ONLY IN DREAMS



“…estoy en el metro, con mi maleta y la mochila. Echo a andar y las calles y las tiendas por las que paso me son ligeramente familiares. Creo que estoy en una ciudad europea, probablemente sea Londres. Llego a una residencia de estudiantes y me asignan una habitación. Hablando con unos chavales me entero de que estoy de Erasmus. Me falta el tiempo para salir a la calle, presa de un ataque de felicidad irrefrenable. Ya es de noche, pero hay ambientillo en la calle. Me encuentro a dos amigas que han venido a visitarme y nos vamos de compras…”

Me despierto. Abro un ojo para mirar el despertador. Las 7 y pico. Doy media vuelta, me tapo y Morfeo vuelve a acogerme entre sus cálidos brazos.

“…no sé muy bien que hacemos todos reunidos en la anterior casa de mi abuela. Creo que estamos preparando una boda o algo así. Hay muchos paquetes por todas partes. Mis tíos y primos están tomando el té en el salón. La tetera, las tazas y las cucharillas son de plata. Bajo a cargar paquetes en el maletero de mi coche. De repente mi tía baja con mi móvil, me están llamando. Lo ha cogido ella y ha empezado a hablar con el interlocutor, que le ha contado una serie de anécdotas. Por los datos que me da me cuesta poco averiguar quién es. No sé cuál es la sensación dominante, si el nerviosismo o la sorpresa. Hace mucho tiempo que no oigo su voz, demasiado para que la llamada tenga algún sentido. Las primeras palabras son para recriminarme de manera simpática que no le haya cogido el teléfono antes. Me excuso contando que estamos muy ocupados con la boda. Echo a andar, como siempre que hablo por el móvil. Me cuenta que todo le va bien, que está contento, que ha encontrado a alguien con quien compartir su vida y que la semana que viene se van de viaje. Tal vez vengan a visitarme. Me alegro por él en lo más profundo, pero por alguna razón se me encoge el estómago. Acaba confesándome que en realidad no la quiere. No dudo de sus palabras, me cuesta creer que pueda querer a alguien de verdad. Una ola enorme me arrastra por el paseo marítimo (juraría que estoy en San Sebastián) y me deja sentada en una moto. Pido disculpas por la interrupción momentánea, explicando que me acaba de arrastrar una ola. No recuerdo bien si nos llegamos a despedir... Volviendo a casa me encuentro con Johnny Boy y su amigo. Le cuento lo que me ha pasado, lo de la llamada y lo de la ola. Él sonríe y me hace reír a mí también. En parte por lo surrealista de la situación y en parte porque me reconforta haberle encontrado. Dice que tiene que ir a comprar no sé qué, que ahora vuelve, y me quedo con su amigo. Nos hemos visto un par de veces, pero no nos conocemos tanto como para tener una gran conversación, la situación no es muy cómoda. Después de un largo silencio me confiesa un secreto al oído. Sonrío de nuevo, esto es increíble. Juntitos y con risa floja esperamos a que vuelva Johnny Boy. Los chicos se van, siempre tienen cosas que hacer, y yo retomo mi camino…”



La madrugada del viernes al sábado tuve dos sueños tremendamente surrealistas. En principio nada nuevo, tengo una tendencia exagerada a soñar cosas raras y además a acordarme de lo que he soñado al despertar. Pero esta vez fue distinto.
En el primero cambié totalmente mi vida actual por lo que en realidad me gustaría estar viviendo. Conseguí la independencia y la libertad que en la vida real tanto me cuesta encontrar.
En el segundo mantuve una conversación que no ha tenido lugar y, o mucho me equivoco, o jamás lo tendrá. Ni siquiera sé si quiero que ocurra. Sólo sé que me produjo una sensación de paz enorme el poder pasar página al colgar el onírico teléfono. Y el secreto que me contó el amigo de Johnny Boy, bueno…me dio cinco minutos de felicidad pasajera, de la que no perdura, pero felicidad al fin y al cabo ;)

Más de uno y más de dos de los que vais a leer esto aparecisteis en los sueños como actores y actrices secundarios, pero prefiero guardarme esa parte, jejejejeje!

Esta semana ha sido un asco, he estado malita: de la cama al curro y del curro a la cama, así que no tengo mucho que contar… Sólo que el viernes, como premio por haber aguantado toda la semana como una campeona, hubo cervecitas con gente de la que merece la pena. Como siempre, no estuvieron todos los que son, pero son todos los que estuvieron. Y otro positivo para Juan que está muy cumplidor últimamente: dice que va a venir y, para sorpresa de todos, va y viene. Qué majete! XD



Lo que sí que estoy contando ya son las horas que me quedan para irme de vacas: amigos y amigas, Montpellier y las playas de Carnon y alrededores nos esperan con los brazos abiertos una vez más :)



LA CANCIONCICA: genial canción que me recuerda que no hace tanto que fui humana, antes de convertirme en piedra...

The Decemberists – “The engine driver”

“I'm an engine driver
on a long run, on a long run.
Would I were beside her.
She's a long one, such a long one.

And if you don't love me let me go...

...I'm a county lineman
on the high line, on the high line.
So will be my grandson,
there are powerlines in our bloodlines…

…and I am a writer, writer of fictions
I am the heart that you call home.
And I've written pages upon pages
trying to rid you from my bones…

…I am a writer, I am all that you have hoped on…”





A pasar buena semana y a disfrutar de las vacas de Semana Santa, que para algo nos tiene que valer lo de no ser un estado laico. Mierda, he vuelto a pensar en voz alta…

Besitos al 80%!!!!!!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mejorate martita..q tenemos q retomar el gym xq la monitora nos echa de menos fijo,sin nuestras caras de tomatitos (mas la mia q la tuya,todo sea dicho)no es lo mismo.Ademas yo a la vuelta de semana santa tendre q quemar los millones de calorias q cojo en mi pueblo,la gran Alcarria es lo q tiene..q light light como q no..
Muchos besicosssssssss!!!
SUPERNOVA

Unknown dijo...

jodo que sueños mas raritos q tienes.. recuperate del todo qur yo esta semana tambien me puse malo y es un coñazo trabajo-cama y cama-trabajo.
Besos

Unknown dijo...

Debe ser una epidemia, porque yo también he estado pachucha. Es más, lo sigo estando, pero no lo llevo del todo mal.

Esta vez no me podéis poner punto negativo porque no sabía nada.

Es estupendo lo de tus sueños. Yo también soy bastante onírica.

Me gusta leerte.

Besines,
Pum